Tigernuts Traders desde hace varios años cultiva campos en España de los cuales se obtiene chufa de la más alta calidad, siguiendo los estándares que desde sus inicios nos ha caracterizado.

La chufa (Cyperus esculentus, L. familia Cyperáceas) es una planta arbustiva que puede medir hasta medio metro de altura y, en verano, da unas flores doradas muy sencillas. Pero lo que nos interesa está bajo tierra: las raíces de esta planta producen unos pequeños tubérculos, las chufas, que parecen patatas; oscuras, rugosas y de formas redondeadas o alargadas. Con estas chufas se hace la horchata, pero también muchas otras cosas.

Cultivar las chufas es complejo y requiere mimo y destreza por parte de los agricultores. El terreno debe ser fértil, arenoso y suelto, para que los tubérculos puedan desarrollarse. Esto obliga a realizar muchos cuidados y trabajar la tierra bastante. Además, el clima debe ser cálido y húmedo y los terrenos en los que se cultive no han de estar a mucha altura.

Recolección y procesado de la chufa

Los tubérculos de chufa se plantan en abril y es muy importante regarlos abundantemente, sobre todo, en los meses más cálidos del verano. La recolección tiene lugar entre noviembre y diciembre, cuando cada planta habrá desarrollado completamente sus raíces y, con ellas, los nuevos tubérculos. Para recogerlos, primero retiramos del campo la parte herbácea de la planta; y, después, una máquina extrae las chufas del suelo.

Una vez cosechadas, se lavan bien para eliminar los restos de tierra y las raíces. Después, se secan con mucho cuidado para que pierdan la humedad y adopten su sabor y aroma inconfundible, con un claro recuerdo a la tierra en la que crecieron.

Una vez secas, las chufas ya están listas para su consumo, o bien como horchata de chufa, snack o incluso harina, que después se emplea para producir mueslis, barritas energéticas, pasteles, etc.

Beneficios de las chufas

Por sus características, las consideramos unos superalimentos (más información en: Por qué las chufas son un super alimento) y tienen gran cantidad de propiedades, que las hacen muy beneficiosas e ideales para quienes buscan una alimentación sana:

  • Alto contenido en fibra.
  • Fuentes de hierro, potasio y magnesio.
  • Tienen ácidos grasos Omega-6.
  • Son ricas en vitaminas C y E.
  • No tienen colesterol y no llevan mucha sal.
  • Grandes fuentes de hidratos de carbono.

Gracias a estas cualidades, la chufa se ha convertido en uno de los productos más sanos y demandados del momento, incluso, entre los consumidores de productos ecológicos. Su demanda no deja de crecer y cada vez surgen nuevas aplicaciones para este sorprendente tubérculo que ya consideramos uno de los grandes alimentos del futuro.

La chufa de España: usos antiguos y nuevos

  • Horchata: con este nombre conocemos a la leche de chufa, un líquido dulce ideal para los meses de verano. Muy popular en la zona levantina española, se suele acompañar también de fartones, unos postres típicos pensados para mojar.
  • Frutos secos: también pueden consumirse como un saludable tentempié, gracias a su contenido en Omega-9. Para obtenerlos, primero se remojan en agua a lo largo de 4 horas. De este modo, se emblandecen y se rehidratan.
  • Harina: se ha creado en exclusiva pensando en las personas celíacas o los individuos con diabetes. Es rica en fibra y resulta perfecta para trabajar en el área de la bollería y repostería. Asimismo, activa convenientemente el sistema circulatorio.
  • Aceite: es perfecto para aliñar ensaladas o cocinar. Igualmente, por sus ingredientes antioxidantes, se utiliza en cosmética. Estimula la absorción de calcio, previene la aparición de eccemas e, incluso, fomenta la fertilidad.

En consecuencia, la chufa se ha convertido en los últimos años en un producto indispensable porque solo aporta nutrientes buenos para el organismo.